Y puntada tras puntada, cosiendo y cantando mucho, moldee sus florecitas metálicas, que a paciencia os juro que no me gana nadie, realizando puntos todos tan diferentes para luego unidos ser lo más!
Este fue el resultado que diseñé para ella, una mujer a la que veo igual que su fajín, elegante, con fuerza ocurra lo que ocurra, llena de color desde el interior y generosa.
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